Los días 24 y 25 de febrero tuvo lugar el anual debate del estado de la nación en el Congreso de los Diputados.
Los medios y la opinión pública se centraba en dar ganador o perdedor a Gobierno u oposición, en un año en el que los discursos y las propuestas se realizaban en una clave claramente electoral.
El 26 de febrero, los grupos parlamentarios presentaban las propuestas de resolución para ser posteriormente votadas. Efectivamente, carecen de carácter legislativo, por lo que se trata meramente de intenciones o herramientas políticas. Sin embargo, es relevante tenerlas en cuenta, especialmente en este 2015 electoral, para conocer las líneas generales de cada grupo.
A pesar de que este último día careció de la relevancia de la escenografía de las sesiones anteriores, se aprobaron propuestas de relevancia. En concreto, fueron aprobadas quince resoluciones del Grupo Popular, tres resoluciones del Grupo Catalán CiU y una última resolución de UPN.
Entre las propuestas de CiU se encuentra la relativa a la regeneración, la calidad democrática y la transparencia, de la que destacamos dos medidas:
- Impulsar reformas en la normativa electoral que favorezcan una mejor conexión entre los cargos electos y los ciudadanos.
- Avanzar en la regulación de manera precisa de los denominados lobbies en el marco de los trabajos que se están llevando a cabo en el Parlamento, a partir de la definición de la propia comisión europea, garantizando la necesaria transparencia en el ejercicio legítimo del derecho que los representantes de la sociedad civil tienen de acceder a las instituciones con el objetivo de trasladar sus intereses, recabar información, defender su situación o solicitar cambios en la normativa que les afecta, especificando los límites de estas actividades.
No es la primera vez que se aparece en un debate del estado de la nación la cuestión de la regulación de los grupos de interés. Ya en 2013, Mariano Rajoy citó la necesidad de regular los lobbies, y un año después, en 2014, el Grupo Popular también pactó una resolución para impulsar la regulación de los lobbies en el marco de la reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados.
Ciertamente, los trabajos de la reforma del Reglamento de la cámara han comenzado, pero los avances son tan lentos que previsiblemente no habrán finalizado al término de la legislatura.
Habrá que esperar entonces a un mayor impulso.
