Ser transparente acerca de cuánto cuestan las cosas, y estar dispuestos a justificar el gasto, deben de ser la máxima de todos aquellos diputados parlamentarios europeos. Máxime cuando el Presupuesto de la UEestá siendo objeto de negociación en 2014-2020, y los Estados miembros se están viendo obligados a recortar en sus propias administraciones. Si no se lleva a cabo esta medida de transparencia,la UE gozará de una gran impopularidad entre unos ciudadanos sometidos a apretarse el cinturón tras la crisis económica.
Además, en lo relativo a los prepuestos administrativos de cualquier organización los gastos por motivos de viajes son especialmente sensibles. Para muchos ciudadanos el pago de los vuelos y hoteles suena a extravagancia, y esto hace especialmente sensible a las Administraciones públicas, ya que muchos los asocian con vacaciones en lugar de trabajo. Sin embargo, los viajes, en las mayorías de los casos, están ligados a un deber, una necesidad o una obligación, de ahí la máxima de transparencia frente a las sospechas: los políticos deben estar dispuestos a explicar lo que los contribuyentes están pagando y por qué.
A este respecto, la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo ha dado su visto bueno a la liberación de algunos detalles de los viajes al extranjero realizados por las delegaciones parlamentarias durante el años 2010. A través de ésta se sabe que, de los diez viajes más caros que se realizaron, apenas hay una lista exhaustiva del control del gasto; Además, se llevaron a cabo 84 viajes oficiales parlamentarios fuera de la UE durante 2010. Pese a que esta información es la punta del iceberg, es mejor que nada, pues el público sabe un poco más que años anteriores. Por este motivo, desde la plataforma “Voz Europea” se exige durante esta semana la publicación de algunos detalles de estos viajes.
Por otro lado, reseñable es el hecho de que las preguntas ala Comisión de Control Presupuestario han puesto de manifiesto una ignorancia preocupante en cuanto al costeo de los viajes del Parlamento, ya que no se tiene constancia de cuánto cuestan los viajes al extranjero. Las líneas presupuestarias contienen un ejercicio destinado a gastos de viajes, sin embargo no se lleva ninguna contabilidad sobre los mismos.
Fruto de esta ignorancia nacen dos sospechas: el primero es algo que la “Voz Europea” ha estado discutiendo durante los últimos dos años: que el acuerdo por el cual se fija el presupuesto administrativo del Parlamento debe revisarse. El acuerdo, donde se destinan 1,7millones de euros en 2012, es demasiado generoso; La segunda sospecha se deriva de la primera: hay escasa atención prestada a control de costos,
¿Cómo puede ser, por ejemplo, que un viaje de cinco días a Buenos Aires, por cuatro diputados, costase 105.182euros? Esto está fuera de toda lógica. No es intención de “Voz Europea” sugerir que los diputados deben limitarse a Bruselas o Estrasburgo, o incluso territorio dela UE. Los viajes al extranjero serán necesario. Sin embargo, las comisiones del Parlamento y de sus 41 delegaciones deben justificar el motivo de su viaje y lo que cuesta.
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